Son muchos los lectores que quieren iniciarse en la lectura de clásicos pero no saben por donde empezar. Cuando uno piensa en un clásico, automáticamente le vienen a la cabeza libros tan inmortales como La Odisea, Hamlet o Los tres mosqueteros. Sin lugar a dudas son de lo mejor que tenemos en la historia literaria pero, ¿está preparado un lector contemporáneo para este tipo de lectura? No es que sea incapaz de entenderla, pero el salto mental que debe hacer al dejar su novela de suspense para embarcarse en un viaje mítico es bastante grande.
¿Qué hacer entonces si Ulises o A´rtagnan no son compatibles con nuestra forma de leer? Pues nada más fácil que acercarnos a otros clásicos que, en general, resultan más sencillos. Yo os recomiendo algunos que me he leído y que me han resultado bastante más entretenidos que, por ejemplo, los folletines de Alejandro Dumas. Una de mis series incondicionales es Sherlock Holmes. Las historias son ágiles, interesantes y no se hacen excesivamente pesadas de leer. Además, el personaje no para de reinventarse, y no solo por sus novelas que siguen de plena actualidad, sino también por las películas, series y juegos de mesa que se han realizado sobre el detective inmortal.
Si prefieres dejar de lado las novelas de misterio, también son recomendables las historias de las hermanas Brontë. Cumbres Borrascosas y Jane Eyre son dos novelas que están muy bien para esos lectores que se inician en las novelas clásicas. Aunque sean temas de otra época los que se tratan en ellas, el lenguaje es bastante más asequible que en la obra de Homero y el ritmo algo más fácil de seguir. Yo, personalmente, quedé encantada con estas dos autoras.
Aunque hay géneros para todos los gustos, Drácula de Bram Stoker, Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley o El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde de Robert Luoise Stevenson son algunas novelas de terror que han inspirado grandes mitos y que, al menos la primera pues las otras aún no han caído en mi poder, son bastante interesantes y propicias para empezar a leer clásicos. Si os gustan los vampiros, soy la primera que os aconseja leeros esta novela, pues pone los cimientos de un género que se irá consolidando con la aparición de escritores más contemporáneos como Anne Rice.